Palabras de espiritualidad

Confesarse no es lo mismo que visitar al psicólogo

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

La paz interior, el equilibrio espiritual y el simple regocijo no son los propósitos principales de la Confesión, sino que, como dones del Espíritu Santo, son consecuencias normales del restablecimiento de la relación del hombre con Dios.

Algunas veces surge una confusión que vincula el Sacramento de la Confesión con la psiquiatría. Es un error asemejar o confundir la Confesión con una visita al psicólogo o al psiquiatra, porque se trata de cosas fundamentalmente diferentes. La Confesión es un sacramento de la Iglesia y, como todos los demás sacramentos, llena el alma de la Gracia de Dios, en tanto que la psiquiatría y todas las demás disciplinas similares son ciencias humanas.

El propósito esencial del Sacramento de la Confesión es librar al hombre del peso de los pecados, por medio del perdón y la reconciliación con Dios, su re-santificación y su preparación para el Reino de Dios. La paz interior, el equilibrio espiritual y el simple regocijo no son los propósitos principales de la Confesión, sino que, como dones del Espíritu Santo, son consecuencias normales del restablecimiento de la relación del hombre con Dios.

La Confesión es necesaria para todos aquellos que quieran alcanzar la vida eterna, indiferentemente de si sufren, o no, de algún problema psíquico. Desde luego que la ciencia psiquiátrica viene a ayudar en esos casos de transtornos y padecimientos psíquicos.

(Traducido de: Arhimandritul Atanasie Anastasiou - Stareţ al Sfintei Mănăstiri a Marii Meteora, Spovedania – îndrumar, Editura Sofia, Bucureşti, 2004, p. 108)