Palabras de espiritualidad

Consejos para un joven en su lucha espiritual

  • Foto: Silviu Cluci

    Foto: Silviu Cluci

El Señor tuvo piedad de ti. Ahora, agradécele por todo, especialmente por haberte elegido como amigo.

Recordando que es precisamente el maligno quien ha venido a atacarte, para impedirte desde el inicio que sigas el camino de la salvación, aprende a luchar utilizando oraciones cortas (especialmente, la “Oración de Jesús”), con paciencia, esfuerzo y obediencia. Lo más importante es no dejar que germinen en ti pensamientos como “bien podría haberme salvado estando en casa, viviendo como los demás”, etc. Aleja esa clase de pensamientos, porque no te provocarán sino una profunda tristeza en el corazón. Si no consigues apartarlos, empieza a pensar que podrías (y puedes, con facilidad) caer en prisión, por cinco o diez años. Hazte una representación mental, lo más detallada posible, de lo que sería tu vida en la cárcel. Luego, comparándola con tu vida actual, sentirás que ahora vives en el Paraíso. Debes saber que, en tu situación actual, es muy sencillo que te equivoques y luego debas soportar las consecuencias legales de tus acciones.

El Señor tuvo piedad de ti. Ahora, agradécele por todo, especialmente por haberte elegido como amigo. Ten paciencia, querido hijo, y cuando te sosiegues podrás verte a ti mismo y a los demás bajo la luz correcta. De momento, todo lo ves con una luz que no es verdadera, porque es lo que te muestra el maligno.

No condenes a nadie. Obedece a los más grandes y ejecuta lo que se te pida, sin quejarte. Si te queda tiempo libre, lee, con espíritu de oración, el salterio y el Evangelio. Esfuérzate en hacer con dedicación, con todo tu corazón, la “Oración de Jesús”. (Piadoso Nikón Vorobiev, Epístolas a sus hijos espirituales)

(Traducido de: Akedia, faţa duhovnicească a deprimării – Cauze şi remedii, traducere din limba rusă de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia. Cartea Ortodoxă, Bucureşti, 2010, pp. 194-195)