Coronación o condena: lo que nos espera en el Día del Juicio
El Día del Juicio será una coronación para el que haya obrado el bien. Desafortunadamente, también se mostrarán los actos de maldad que hayamos cometido en nuestra vida, pero solamente esos que no confesamos, solamente las faltas que hayan quedado sin un canon de penitencia.
El Juicio de Cristo es la coronación de nuestros esfuerzos. Allí se verá lo que cada uno de nosotros hizo, cuánto tiempo estuvo en la iglesia, cuánto tiempo dedicó a hacer postraciones, a orar de rodillas, cuánto tiempo dedicó al cuidado de los enfermos, a atender a los más necesitados. Todo eso saldrá a la luz entonces.
Y será una coronación para el que haya obrado el bien. Desafortunadamente, también se mostrarán los actos de maldad que hayamos cometido en nuestra vida, pero solamente esos que no confesamos, solamente las faltas que hayan quedado sin un canon de penitencia. El resto, es decir, los pecados confesados, esos quedaron borrados desde el momento en que el sacerdote nos dio la absolución.
Entonces se abrirán los libros: el libro santo del Evangelio, en donde se muestra qué es lo que debíamos hacer, pero también el libro de la conciencia, y la conciencia nos recuerda lo que no hemos hecho. Entonces vendrán los ángeles con sus pergaminos, en donde están escritas todas nuestras buenas obras.
(Traducido de: Preotul Nicolae Tănase, Să nu-L răstignim iarăși pe Hristos, Editura Agaton, Făgăraș, 2011, p. 108)