Palabras de espiritualidad

Creer en Dios o en el destino

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

¡He aquí hasta dónde puede llegar el hombre que no confía en los dones que Dios le dio (Salmos 67, 29), y cree únicamente en el “destino”!

Juan Ciomag se quedó húerfano desde muy pequeño. La suya siempre fue una familia muy pobre. Por causa de una mala y escasa alimentación, su madre se enfermó de pelagra, volviéndose una carga para los demás. Luego de un prolongado sufrimiento, en el curso del cual llegó a la demencia, la mujer murió. Viéndose solo y en una gran necesidad material, el padre buscó un trabajo que le sirviera para sostener a su desgraciada familia. Así, no dudó en emplearse como sirviente en la hacienda de un adinerado. Finalmente, también él murió, habiendo alcanzado ya una edad.

Solo, sin más posesión que sus propios brazos, Juan se dedicó a trabajar con ahínco para poder sobrevivir. Pero, con el paso del tiempo, una suerte de desidia empezó a crecer en su interior. Trabajaba sólo porque tenía que hacerlo. Se le había metido en la cabeza que, por más que se esforzara, siempre sería pobre, como había ocurrido con sus padres. Llegó a convencerse de que la suerte era injusta con él… hasta que dejó de trabajar. Los demás salían de madrugada al campo, pero Juan se quedaba durmiendo en la parte de atrás de la casa. Las palabras y la insistencia de los vecinos no le servían de nada, incluso le hacían obcecarse aún más.

“¡Déjenme en paz, que así es como fue dispuesto que yo viviera!”.

Con los años, su casa empezó caerse a pedazos, al punto que ya ni siquiera tenía techo. El infeliz de Juan tenía que meterse debajo de la cama cuando llovía… Finalmente, Dios se apiadó de él y se lo llevó de este mundo. Su entierro fue pobre, sombrío y triste. ¡He aquí hasta dónde puede llegar el hombre que no confía en los dones que Dios le dio (Salmos 67, 29), y cree únicamente en el “destino”!

(Traducido de: Protosinghelul Nicodim Măndiţă, Capcanele Iadului, Editura Agapis, Botoşani, 2008, pp. 56-57)