Palabras de espiritualidad

Cristo cambia hasta nuestros “gustos”

  • Foto: Constantin Comici

    Foto: Constantin Comici

Translation and adaptation:

Cuando Cristo entra en nuestra vida, Él cambia nuestros “gustos”. El hombre que ha nacido de nuevo tiene alegrías diferentes. No le interesan la vida y las cosas de este mundo.

Todo lo que atrae a los demás, para los cristianos es sólo polvo. Cuando Cristo entra en nuestra vida, Él cambia nuestros “gustos”. El hombre que ha nacido de nuevo tiene alegrías diferentes. No le interesan la forma de vida y las cosas de este mundo. Y si alguna vez llega a hacer algo que está un poco fuera de su llamado, lo hace porque ha sido tentado y no porque esté dominado por tal cosa.

Por eso, fijémonos en aquellos que antes consideraban imposible vivir sin satisfacer los vicios que los dominaban, sobre todo esos relacionados al cuerpo, de tal manera que cuando su alma fue impregnada por el arrepentimiento, pudieron decir: “¡Vivía una vida asquerosa y me contentaba con ello, no entendía que me revolcaba en el lodo!”. Recién en las nuevas condiciones de vida a las que han llegado, pueden concientizar la situación en la que estababan antes. Ahora han nacido de nuevo y Cristo les ha cambiado sus preferencias. Les ha cambiado sus criterios, sus elecciones, “lo viejo ha pasado, he aquí que todo ha sido hecho de nuevo” (II Cor. 5:17).

(Traducido de: Arhimandrit Epifanie Theodoropulos, Toată viața noastră lui Hristos Dumnezeu să o dăm, Editura Predania, București, 2010, pp. 33-34)