Cristo lleva el peso de la cruz del mundo entero
Tan sólo la Cruz de Cristo fue pesada, porque, por amor a nosotros, no quiso utilizar para Sí mismo Su fuerza divina.
He aquí que así son también las cruces que debemos portar nosotros, como esas crucecitas que nos amarramos al cuello y nos protegen diariamente. ¿Realmente crees que tu cruz es grande y pesada? Tan sólo la Cruz de Cristo fue pesada, porque, por amor a nosotros, no quiso utilizar para Sí mismo Su poder divino. Y aún sigue levantando las cruces del mundo entero y aliviando el dolor de nuestras pruebas, con Su divina ayuda y con Su dulce consuelo.
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovnicești. Volumul IV. Viața de familie, traducere din limba greacă de Ieroschimonahul Ştefan Nuţescu, Editura Evanghelismos, București, 2003, p. 207)