¿Cuál es la oración más poderosa ante las tentaciones, las ofensas, los sortilegios, las tribulaciones y toda clase de aflicciones?

—La lectura de los salmos, acompañada de ayuno y lágrimas, sobre todo a media noche. Los salmos, junto al ayuno, tienen una gran fuerza contra el demonio y otros enemigos visibles o invisibles. Por eso, cada vez que el creyente atraviese grandes tribulaciones, calumnias, enfermedades graves, operaciones, etc., debe ayunar y orar, de día y en la medianoche, o cuando le sea posible, leyendo algunas catismas (o catismatas, secciones del salterio. N. del T.) y la Paráclesis a la Madre del Señor. Después, que haga algunas postraciones —de acuerdo a sus posibilidades— y entonces empezará a sentir el don y la ayuda del Espíritu Santo, escapando de su congoja.

(Traducido de: Arhimandrit Ioanichie Bălan, Călăuză ortodoxă în familie și societate II,  Ediția a III-a, Editura Mănăstirea Sihăstria, Vânători Neamț, 2010, p. 107)