¿Cuál es nuestra reacción ante las adversidades?
La queja engendra más queja, en tanto que la doxología trae más doxología.
¿Qué o quién es la causa de las lamentaciones y cómo podemos librarnos de ellas? El mal hábito de quejarnos y lamentarnos por todo se debe a la misma miseria del hombre, y la única forma de apartarlo es por medio de la doxología. La queja engendra más queja, en tanto que la doxología trae más doxología. Cuando la persona no se queja ante la adversidad, sino que glorifica a Dios, el demonio se va y busca a otro que se queje, para tratar de enredarlo aún más. ¡Mientras más se queja la persona, más se destruye a sí misma!
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Viața de familie, traducere din limba greacă de Ieroschimonah Ştefan Nuţescu, Editura Evanghelismos, București, 2003, p. 157)