¿Cuáles son los obstáculos en el camino de la salvación y cómo superarlos?

—No hay más obstáculo que la voluntad pervertida del hombre. Y si a alguien le parece que, a pesar de su buena voluntad, no avanza, es que esa voluntad no es sana. Porque es posible desear las buenas obras, pero incorrectamente, con orgullo. Viendo la multitud de artimañas del maligno, San Antonio le preguntó a Dios: ¿Quién podrá salvarse? Y el Señor le respondió: La humildad es la única capaz de sortear todas la trampas del demonio.

(Traducido de: Adrian Alui Gheorghe, Părintele Iustin Pârvu: o misiune creștină și românească, Editura Doxologia, Iași, 2013, p. 172)