Palabras de espiritualidad

Cuando buscamos el amparo del amor…

  • Foto: Bogdan Bulgariu

    Foto: Bogdan Bulgariu

Quien tenga lo uno, sin duda tendrá también lo otro. Y a la inversa: el que no ame, hará el mal, porque obra el mal solamente quien no es capaz de amar. 

También el amor, a su vez, da origen a la virtud. Y esto tiene lugar así: “El virtuoso no elige el dinero en vez del amor a su semejante. No se acuerda del mal sufrido. No es injusto. No murmura en contra de nadie. Todo lo soporta con gran valentía espiritual”. De todo esto surge el amor.

Que el amor nace de la virtud lo demuestran las palabras del Señor: “Al aumentar la maldad se enfriará el amor de muchos (Mateo 24, 12). Y, una vez, más, el hecho que del amor nace la virtud, queda demostrado con estas palabras del Apóstol Pablo: “el que ama al prójimo ya cumplió toda la ley” (Romanos 13, 8). Así pues, se nos pide una de las dos: el amor o la virtud.

Quien tenga lo uno, sin duda tendrá también lo otro. Y a la inversa: el que no ame, hará el mal, porque obra el mal solamente quien no es capaz de amar. Esforcémonos, pues, en obtener el amor, porque es como una fortaleza que nos ampara de todo mal.

(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de AurProblemele vieții, Editura Egumenița, Galați, 2007, p. 133)