Palabras de espiritualidad

Cuando el hombre vive rodeado de pecado…

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

En tales circunstancias, el hombre respira diariamente el mismo aire envenenado, en donde pululan los espíritus malignos de lo etéreo. Así es como se contagia la pobre alma, convirtiéndose, a su vez, en refugio para los demonios.

Si el hombre vive en la atmósfera de la multitud de espíritus malignos que hay debajo de los Cielos, en medio del engaño, entre graves ejemplos de incredulidad y mentira, en una atmósfera de pasiones humanas sin control; si vive en una atmósfera de necedad y vulgaridad, esa atmósfera no tiene cómo no contagiarle el alma. En tales circunstancias, el hombre respira diariamente el mismo aire envenenado, en donde pululan los espíritus malignos de lo etéreo. Así es como se contagia la pobre alma, convirtiéndose, a su vez, en refugio para los demonios.

(Traducido de: Dr. Dimitri Aleksandrovici Avdeev, Când sufletul este bolnav, Editura Sophia, București, 2005, p. 25)

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