Palabras de espiritualidad

Cuando estás enemistado con alguien, sientes un peso que no te deja orar

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Hijo mío, “Dios es amor” (Juan 4, 8). Si eres envidioso, no tienes ninguna comunión con Dios.

—Si por descuido has enfadado a tu stárets o a cualquier hermano, y se te olvida pedirle perdón antes de las vigilias, cuando ores sentirás una carga que te impedirá elevar tus plegarias. Esto ocurre especialmente cuando tienes enemistad con alguien. Hijo mío, “Dios es amor (Juan 4, 8). Si eres envidioso, no tienes ninguna comunión con Dios. El envidioso es como el demonio. Así, mientras haya envidia en el corazón del hombre, ¿qué comunión podría tener con Dios? ¿No hemos dicho que la oración no es otra cosa que la comunión con Dios?

¡Gracias, Padre, por todos sus consejos! Ciertamente, todos esos detalles que acaba de mencionar son muy importantes. Aunque soy un hombre débil y lleno de vicios, en mis trabajos diarios, sin saber nada de lo que tan virtuosamente acaba de recomendarnos para avanzar en la oración, día y noche busco tener mi conciencia reconciliada con todos. Sin embargo, por la noche, cuando empieza mi vigilia, me enfrento a la acedia y no sé qué hacer.

—¡Espera un poco, que todavía no he terminado! Aún hay mucho que hablar sobre esa batalla...

(Traducido de: Monahul Iosif Dionisiatul, Starețul Haralambie - Dascălul rugăciunii minții, traducere și editare de Ieroschimonah Ștefan Nuțescu, Editura Evanghelismos, București, 2005, pp. 219-220)