¿Qué nos puede ayudar a apartar todo complejo espiritual, para poder abrir el alma cuando nos confesamos?

—Todas las cosas del hombre están al nivel del hombre. No puedes hacer algo que está en un nivel más alto que el tuyo. Puedes llevar una vida no necesariamente ejemplar, pero, con el tiempo, darle un giro radical, para bien. Es entonces cuando las cosas empiezan a cambiar, en lo que respecta a la Santa Confesión.

Por ejemplo, han venido a verme personas, las cuales, después de preguntarles determinada cosa, me han respondido: “no”. Pero, poco tiempo después, han vuelto a buscarme, para decirme que tendrían que haber respondido “sí”.  Para mí, ese “sí” tardío, después de un “no” inicial, es ya un motivo de alegría, aunque no hayan dicho la verdad a tiempo.

(Traducido de: Arhimandritul Teofil Părăian, Iubirea de aproapele – ajutor pentru bucuria vieții, Editura Doxologia, Iași, 2014, p. 48)