Palabras de espiritualidad

Cuando lo mejor es renunciar a seguir con esa persona

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

Si no lo crees digno de llegar al matrimonio contigo, déjalo, que Dios dispondrá algo.

¿Qué entendemos por una preparación calculada y precisa para el matrimonio? Empezar a pensar y a meditar en lo siguiente: ¿Cuánto crees que durará tu matrimonio? “Si Dios lo concede, al menos unos setenta y cinco años”. ¿Cómo ha sido este período de noviazgo? ¿Es la persona adecuada, es una persona de completa confianza? Esto significa prepararse con precisión: no improvisar, no actuar irreflexivamente. Justamente hoy vino una chica a pedirme consejo. Le pregunté:

—¿Te vas a casar?

Tenía veintiocho años.

—Buena pregunta, padre. Sí, quiero casarme.

— ¡Entonces, cásate! ¿Tienes novio?

— Sí.

— ¿Es alguien que merezca la pena...?

— No.

— Bien, si no vale la pena, si no lo crees digno de casarse contigo, ¡no lo pienses más, déjalo!

No sabía qué hacer. No lo consideraba una persona de su total confianza, pero quería casarse con él. Si no lo crees digno de llegar al matrimonio contigo, déjalo, que Dios dispondrá algo. ¡Es imposible que Él no disponga las cosas! Y si no fuera así, Él sabe de qué te está librando con esa persona de la que dudas.

(Traducido de: Părintele Nicolae Tănase, Soțul ideal, soția ideală, Editura Anastasis, 2001, pp. 150-151)