Cuando los hijos maduran demasiado pronto…
Atención, que esto afecta mucho a los niños y a los jóvenes. Es como una señal de alarma, para que las almas de los padres despierten y vuelvan a Dios.
¿Cómo deben proceder los padres cuyos hijos han madurado demasiado pronto?
—Tienen que recitar el Salterio y, en cada “Gloria…”, orar y pedirle a Dios, a la Madre del Señor y a los santos, todo Su auxilio y protección.
En nuestros tiempos, los chicos, una vez crecen un poco, ya se creen maduros y buscan cómo independizarse, abandonando lo antes posible el hogar paterno. Usualmente, deambulan por un tiempo y después vuelven a casa. Tenemos que orar por ellos. Es bueno orar con nuestras propias palabras, porque Dios recibe toda oración que nace del corazón.
Hay chicos que no se van de casa en vano. Puede que sus padres vivan lejos de Dios y de la Iglesia. O puede que en la vida conyugal de sus padres haya toda clase de problemas, como disputas o riñas, y el alma del chico o la chica no pueda seguir soportándolo. Ellos buscan la verdad, la justicia, el amor y la mansedumbre. ¿Pero qué les pueden ofrecer los adultos, cuando sus almas están oscurecidas por causa de los pecados que no han sido confesados, y la Gracia de Dios se ha apartado de ellos?
Atención, que esto afecta mucho a los niños y a los jóvenes. Es como una señal de alarma, para que las almas de los padres despierten y vuelvan a Dios.
(Traducido de: Îndrumar creştin pentru vremurile de azi: convorbiri cu Părintele Ambrozie (Iurasov),vol. 2, Ed. Sophia, 2009, pp. 231-232)