Cuando los hombres se asemejan a los querubines
Dios, deseoso de demostrarnos la importancia de Su Crucifixión en cada Divina Liturgia, envía a Sus ángeles y enumera nuestros pasos hacia la iglesia.
Dios, deseoso de demostrarnos la importancia de Su Crucifixión en cada Divina Liturgia, envía a Sus ángeles y enumera nuestros pasos hacia la iglesia. Y nosotros damos testimonio: “Nosotros, que místicamente representamos a los querubines...”.
Nosotros, los hombres, somos tan importantes ante Dios, que nos permitimos compararnos con los querubines, es decir, con las legiones celestiales que sirven a Dios para glorificarle. Y los ángeles se cubren sus rostros con sus alas, para no ver. ¿Por qué? Porque es simplemente excelsa la grandeza de este sacramento.
También nosotros participamos en este sacramento, en la transformación del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Estas son cosas que todos sabemos, son cosas de las que llevamos hablando años enteros y que podemos encontrar en todos los libros que leemos. ¡Este fue el alimento de nuestros padres y de nuestros antepasados!
(Traducido de: Părintele Nicolae Tănase, Să nu-L răstignim iarăși pe Hristos, Editura Agaton, Făgăraș, 2011, p. 61)