¡Cuando sientas que todo es más difícil, llámalo en tu auxilio!
Cuando el hombre atiende el llamado del Señor y trabaja con la gracia que le fue dada, ésta lo rebosa y fortalece.
Si al comienzo la persona se deja atrapar por un círculo vicioso de pensamientos mortales y, luego, lleno de la palabra de Cristo, obtiene pensamientos más elevados, será porque de la fe estará llegando a otra fe más grande; de la esperanza, a una esperanza inamovible; de la gracia, a un derramamiento más grande de ésta, y del amor de Dios, a la más grande plenitud del amor.
“Sabemos”, nos dice el Apóstol Pablo, “que Dios dispone todas las cosas para bien de los que lo aman, a quienes él ha escogido y llamado." (Romanos 8, 28). En verdad, ese volverse hacia sí mismo y descubrir el corazón son obra de la gracia divina.
Cuando el hombre atiende el llamado del Señor y trabaja con la gracia que le fue dada, ésta lo rebosa y fortalece.
(Traducido de: Arhimandrit Zaharia Zaharou, Omul cel tainic al inimii, Editura Basilica, București, pp. 16-17)