Palabras de espiritualidad

¿Cuánto he avanzado de ayer para hoy?

  • Foto: Ioana Zlotea

    Foto: Ioana Zlotea

Todos quisiéramos que Dios estuviera en una nube y nos gritrara a cada paso: “¡Bravo, Juan!”, “¡Bravo, Jorge!”, “¡Bravo, hijos!”. Y que nosotros nos humilláramos y no nos envidiáramos unos a otros, ¿verdad?

Cuando me preguntas: “¿Cómo podemos saber en qué nivel espiritual estamos?”, me haces pensar en una chica que hace una dieta para adelgazar, y cada día se sube a la báscula para verificar cuánto peso ha perdido… Lo sé, todos quisiéramos que Dios estuviera en una nube y nos gritrara a cada paso: “¡Bravo, Juan!”, “¡Bravo, Jorge!”, “¡Bravo, hijos!”. Y que nosotros nos humilláramos y no nos envidiáramos unos a otros, ¿verdad? 

¡Deja de preocuparte por los resultados, querido hijo!

Ser libre y vivir con alegría significa que no te preocupen los resultados. Examina tu corazón frente a Dios: “Señor, ¿tengo una mente pura?”. “Bueno, tan pura no es… ¡Toma la escoba y limpia aquel rincón, porque me parece que se ha ido acumulando un poco de soberbia allí!”. ¡Y ya está! Te has puesto en marcha. Cree en el amor de Dios y no busques pruebas ni gloria, como buscas la aprobación en la mirada de los hombres.

(Traducido de: Monahia Siluana Vlad, Deschide Cerul cu lucrul mărunt, Editura Doxologia, Iași, 2013, p. 168)