Palabras de espiritualidad

¡Cuánto nos ama el Señor!

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Translation and adaptation:

El alma empieza a llorar por todos y a pedirle a Su Buen y Misericordioso Señor que derrame Su Gracia sobre todas las demás almas y se apiade de ellas con Su clemencia.

Nosotros no somos capaces de entender cuánto nos ama el Señor. Vemos la Cruz, sabemos que fue crucificado por nosotros y que murió entre tormentos y, con todo, nuestra alma, por sí misma, es incapaz de entender ese amor. Y es que este amor no se puede conocer sino por medio del Espíritu Snato.

La Gracia del Espíritu Santo es tan dulce y la misericordia del Señor tan grande, que es imposible describirlas. Pero, el alma se siente atraída incansablemente hacia Él, porque se enciende con el amor del Señor, que le rebosa y le da descanso, olvidando por completo el mundo. No obstante, nuestro misericordioso Dios no siempre le da lo mismo al alma: algunas veces le da un amor que abarca a todo el mundo. Entonces, el alma empieza a llorar por todos y a pedirle a Su Buen y Misericordioso Señor que derrame Su Gracia sobre todas las demás almas y se apiade de ellas con Su clemencia.

(Traducido de: Sfântul Siluan Athonitul, Între iadul deznădejdii și iadul smereniei, Editura Deisis, Sibiu, p. 162)