Palabras de espiritualidad

Dar todo sin esperar nada a cambio

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Con un consejo, con tu compasión, con una lágrima. Cuando te alegras con los que se alegran.

¿Existe también la “caridad espiritual”? ¿Podemos practicar la caridad aun sin tener dinero, con cualquier otra cosa? 

—Por supuesto. Con un consejo, con tu compasión, con una lágrima. Cuando te alegras con los que se alegran. Cuando das a alguien aquello que le falta, algo que necesita. Según dicta el sentido común, el cristiano nunca debe decir “no” a nadie. Pero puede que no lleves nada contigo como para darle a tu semejante. Dale al menos tu pañuelo. Dale algo. ¿Llevas un bastón? Da el bastón. Vuelve a casa sin pañuelo, sin bastón.

Un día, cuando caminábamos con el padre Juan Cononov, un pobre se nos acercó y le pidió algo de ayuda al padre. Este le respondió: “Espérame un momentito, solo voy a la esquina”. Se alejó varios metros y se quitó la camisa. Después, volvió y se la entregó al hombre. “¡Tómala, es tuya!”, le dijo. Se quedó solo con la sotana. No tenía nada más para dar, porque en casa no le quedaba ninguna prenda más. Entonces, sacó la ropa que había dejado su padre al morir. La usó un tiempo, antes de repartirla entre los necesitados.

(Traducido de: O viață de jertfă – Mărturisirile Cuviosului stareț Samson Esper, Traducere de Severin Alexandru, Editura Egumenița, Galați, 2010, p. 70)