Palabras de espiritualidad

De cómo Dios viene al corazón de aquel que busca conocerlo

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

No es correcto pensar que solamente aquellos que estudian teología tienen acceso a Dios y al conocimiento de lo divino. “Teólogo” es todo aquel que vive en Dios y con Dios.

La teología de la Iglesia de Cristo no es únicamente fruto de las escuelas. De la misma manera, no es correcto pensar que solamente aquellos que estudian teología tienen acceso a Dios y al conocimiento de lo divino. “Teólogo” es todo aquel que vive en Dios y con Dios. Y contamos con un sinfín de ejemplos concretos que sostienen esta afirmación: la mayoría de santos de la Iglesia de Cristo no fueron unos eruditos. Sin embargo, en este punto, en Sus hijos, se ve el poder de Dios reflejado en aquellos que lo aman y lo honran. Por ejemplo, San Antonio no sabía leer ni escribir, pero se sabía la Biblia de memoria y era una admirable fuente de conocimientos teológicos-divinos.

El que se humilla, entregándose totalmente a las manos de Dios, recibe extraordinarios dones de parte Suya. Y nada de lo que dice es inútil o errado. Al contrario, de su bocan salen solamente cosas prodigiosas. Pensemos en el Santo Apóstol Pablo, incomparable en todas sus epístolas. Y nada de eso lo aprendió en alguna escuela o de algún profesor. Sin embargo, gracias a su humildad y a saber negarse a sí mismo delante de Dios, pudo escribir lo que nadie más ha podido escribir jamás. Aquí se observa claramente la obra de Dios en Sus santos. Los santos son verdaderos teólogos. Ellos son un ejempo vivo de todo lo que hemos afirmado antes.

(Traducido de: Protosinghelul Ioachim Pârvulescu, Cele trei mari mistere vizibile și incontestabile din Biserica Ortodoxă, Editura Amacona, 1997, p. 89)