De cómo favorecemos el crecimiento de las pasiones
San Isaac el Sirio dijo: “Debes temer más a los malos hábitos que a los demonios”.
Todas las pasiones crecen nuestro interior cuando cedemos ante ellas. Cada vez que volvemos a ceder, la inclinación al pecado se convierte en costumbre, y la costumbre termina por transformar la pasión en una fuerza que nos domina con tiranía. San Isaac el Sirio dijo: “Debes temer más a los malos hábitos que a los demonios”. Por eso, cuando en tu interior aparezca un deseo o un impulso pecaminoso, recházalo de inmediato. La próxima vez, su fuerza será menor, hasta que finalmente se extinga por completo. Pero si le das lugar, cada vez cobrará más poder, ganará dominio sobre tu voluntad y, al final, se convertirá en un hábito que te esclaviza.
(Traducido de: Sfântul Ignatie Briancianinov, Cuvinte către cei care vor să se mântuiască, Traducere de Adrian si Xenia Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, Bucureşti, 2000, p. 46)