Palabras de espiritualidad

De cómo la Madre de Dios salvó a un pequeño constructor

    • Foto: Doxologia

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“… A mi lado apareció una mujer muy bella y rodeada de luz, quien con sus manos me quitó todas las piedras y la tierra que tenía acumulada sobre mí”.

La Madre del Señor ‟Megalospiliotissa”

En 1753, los padres de la Gran Cueva comenzaron a reconstruir uno de los edificios del monasterio, llamado Vinica, que estaba a punto de derrumbarse. Así, lo primero que hicieron fue cavar una zanja alrededor del muro. Un día de esos, mientras los trabajadores almorzaban, uno de los aprendices, un chico de doce años llamado Andrés, hijo Stavros Kolokinta y originario de la aldea Dumena, se sentó a comer a la orilla de la zanja.

En un momento dado, el barro endurecido de la cuneta cedió y el chico cayó en la excavación, siendo sepultado por una montaña de piedras y tierra. Los obreros, entre los cuales se hallaba el padre de Andrés, corrieron inmediatamente a tratar de sacar al desafortunado muchacho, llorando y lamentándose mientras maniobraban con sus palas. Luego de varios minutos de búsqueda frenética, lograron sacar al chico, que estaba como muerto. Desolados y convencidos de que no había nada más que hacer, los trabajadores comenzaron a preparar el cuerpo para llevarlo a la iglesia y que ahí fuera velado. Pero, inesperadamente, el chico empezó a dar señales de vida.  Abrió los ojos, se incorporó lentamente y relató lo siguiente:

—Cuando se derrumbó la pared de la zanja y caí al fondo de esta, a mi lado apareció una mujer muy bella y rodeada de luz, quien con sus manos me quitó todas las piedras y la tierra que tenía acumulada sobre mí.

Como habrían de certificar ulteriores exámenes, el chico no sufrió ninguna fractura ni golpe severo. Solamente se había desmayado, despertándose al ser sacado a la luz del sol. Todos los presentes se quedaron maravillados, y empezaron a darle gracias a Dios y a Su Santísima Madre por el milagro que acababan de presenciar.

(Traducido de: Arhimandrit Teofilact Marinakis, Icoanele  făcătoare de minuni ale Maicii Domnului, Editura Sophia 2008, pp. 340-341)