Palabras de espiritualidad

De cómo San Filomeno el Nuevo Hieromártir fue visto visitando a una enferma

  • Foto: Magda Buftea

    Foto: Magda Buftea

Con nosotros está San Filomeno, por eso es que ella ve tres personas. No digas nada más, sólo deja que las cosas sucedan...”

«Hoy, 23 de noviembre de 2015, a la una de la tarde, hora de Inglaterra, como párroco de la iglesia de la Dormición de la Madre del Señor — cuyo santo patrón es también al Santo Apóstol Andrés— de Birmingham (en donde albergamos las santas reliquias de San Juan el Bautista y la estola de San Filomeno de Nicosia, quien fuera martirizado en el Pozo de Jacob, en Jerusalén), junto con el padre Nectario Moulatsiotis decidimos llevar la estola de San Filomeno al hospital ”Queen Elisabeth”, para bendecir a una paciente llamada Kiriaki, quien es mi hija espiritual.

Cuando llegamos al séptimo piso, el padre Nectario tomó en sus manos el cofre con la estola de San Filomeno y yo me acerqué a hablar con la enfermera que estaba de turno en aquella sección, para pedirle permiso de visitar el salón número 35. Sin embargo, la enfermera se negó contundentemente a dejarnos pasar. Sorprendido, le pregunté:

—¿Por qué no nos deja entrar?

—Porque está prohibido que entren más de tres personas. Y en la habitación de la señora ya hay una persona visitándola.

—No entiendo. ¿Tres? Pero si nosotros somos sólo dos...

—¿Qué me dice? ¡Son tres! ¿Cómo se atreve...?

—Un momento. ¿Quién es el tercero? Es imposible... ¡Quiero hablar con su superior!

En ese momento, el anciano Nectario se volvió hacia mí, y me dijo:

—Con nosotros está San Filomeno, por eso es que ella ve tres personas. No digas nada más, sólo deja que las cosas sucedan...

Vino el director de aquella sección y finalmente nos dejó pasar... ¡“a los tres”!

La aparición de San Filomeno fue visible solamente para la enfermera y el director. En lo que respecta a la estola, aún a sigue emanando una agradable fragancia. ¡Qué grande es la gloria de nuestro Dios y Sus santos!».