Palabras de espiritualidad

De cómo San Nectario me ayudó a concebir a mi hijo

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

“Decir ‘desesperación’ es poco; solo quien ha pasado por estas situaciones podrá entender realmente cómo es. ¡Pero el poder de los santos es muy grande!”. 

«Quiero contarles el milagro más grande de San Nectario en mi vida y en la de mi esposo, Serafín.

Mi esposo es italiano, convertido a la Ortodoxia antes de casarnos. Al ser bautizado, recibió el nombre de Serafín.

Pöco después de casarnos, nos enteramos de que no podía quedar embarazada. En los análisis se descubrió que no podía tener hijos porque sufría de esterilidad primaria anovulatoria, diagnóstico que fue confirmado tanto en Rumanía como en Italia. Estaba desesperada, convencida de que jamás tendría la posibilidad de tener en mis brazos un hijo propio y reír con él. Decir “desesperación” es poco; solo quien ha pasado por estas situaciones podrá entender realmente cómo es. ¡Pero el poder de los santos es muy grande!

Cuando llegó la festividad de San Nectario, fui a la iglesia y oré fervientemente, pidiéndole que me ayudara a tener un hijo… ¡Cuánto lloré ese día! Y el milagro sucedió: en 2008 quedé encinta, y el 23 de marzo de 2009 di a luz a un hermoso niño, al que llamamos Nectario, aunque todos los diagnósticos médicos decían que yo era estéril… repito, un caso de esterilidad primaria anovulatoria, confirmada tanto en Rumanía como en Italia. Pero todos los días me ungía el vientre con aceite que me trajeron de Grecia, de la veladora que custodia las reliquias de San Nectario. Además, no hubo semana en la que no participara en el Sacramento de la Santa Unción (de los enfermos) y jamás dejé de pedirle a San Nectario que intercediera por mí ante Dios, por el perdón de mis pecados. Porque el Señor permite que enfrentemos la enfermedad y la tribulación para que volvamos a Él. Él quiere que entendamos que hemos pecado, y le pidamos perdón y ayuda, ya que todo bien proviene de Él, por la intercesión de los Santos y de Su Madre, la Virgen María».

 (Traducido de: Sfântul Nectarie - minuni în România, ediție îngrijită de Ciprian Voicilă, Editura Egumenița, 2010, pp. 213-214)