Palabras de espiritualidad

De cómo San Nicéforo el Leproso le reveló a una persona su enfermedad

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

“Padre, por todo tu amor y devoción hacia él, San Nicéforo te acaba de revelar la enfermedad que tienes desde hace algún tiempo, recomendándote cómo debes proceder”.

Constantino M., de Atenas, relata:

«Una noche de junio de 2002, casi al amanecer, soñé que vivía en una casa de dos habitaciones. En una de ellas moraba el padre Nicéforo, y en la otra, yo. Hallándome en mi habitación, hablaba en voz alta con alguien más. Después, me puse de pie y me dirigí al cuarto del padre Nicéforo. Al entrar, le dije con entusiasmo: “¡Buenos días, padrecito mío!”, haciendo una postración ante él y besándole la mano, mientras él seguía tendido en su lecho.

En ese instante, él se volvió hacia mí, y con una voz paternal, clara y serena, me dijo: “Hijo mío, con esa colitis ulcerosa que tienes, debes aprender a ser más tranquilo. ¿Has notado cómo en invierno te sientes mejor? ¡Es porque en esos meses estás más tranquilo!”. Pensé: “¡Qué claro habla hoy el padre!”. Inesperadamente, se levantó, se sentó en una silla de ruedas y partió, dejándome el entabillado que hasta ese momento había tenido en una pierna.

Debo remarcar que, en una pequeña habitación que utilizo para orar, tengo un fragmento de sus santas reliquias, de las cuales brota una agradable fragancia todo el tiempo.

Cuando me desperté, llamé a mi padre espiritual y le relaté todo. Entonces, él me dijo: “Padre, por todo tu amor y devoción hacia él, San Nicéforo te acaba de revelar la enfermedad que tienes desde hace algún tiempo, recomendándote cómo debes proceder”.

Se sabe que los médicos recomiendan mucha serenidad a quienes sufren de esta enfermedad, y eso es precisamente lo que me falta a mí».

(Traducido de: Simon MonahulSfântul Nichifor Leprosul, Făcătorul de minuni, Editura Iona, București, 2017)