Palabras de espiritualidad

De la forma en que el Señor sana nuestro cuidado exagerado por la vida de hoy

    • Foto: Bogdan Zamfirescu

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... Pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso”.

Nuestro Señor Jesucristo, deseando sanarnos del cuidado exagerado por las cosas de este mundo, toma el vivificador ejemplo de las aves y las flores: “Mirad las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellas?”. (Mateo 6, 26). Así es como el Señor sana a aquellos cuya alma se preocupa demasiado por la comida y la bebida.

Del mismo modo, sana el cuidado exagerado por la vestimenta: “Del vestido, ¿por qué preocuparos? Observad los lirios del campo, cómo crecen; no se fatigan, ni hilan. Pero yo os digo que ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como uno de ellos... No andéis, pues, preocupados diciendo: ¿Qué vamos a comer?, ¿qué vamos a beber?, ¿con qué vamos a vestirnos? Que por todas esas cosas se afanan los gentiles; pues ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso” (Mateo 6, 28-29, 31-32).

(Traducido de: Preasfinţitul Ieremia Zăvorâtul, Reţetar duhovnicesc sau Doctorie duhovnicească adunată din lume, Ed. Sophia, Bucureşti, 2013, p.  62)