De la vital labor del sacerdote en las regiones más lejanas
La resurrección de lo rural es igual a la resurrección de las iglesias, los monasterios, la espiritualidad y las más profundas experiencias ortodoxas en Cristo.
El sacerdote y el maestro eran los responsables de instruir a la gente de la aldea. ¡Y qué grandes eran las nuestras! Pero, hoy vemos que poco a poco van desapareciendo... Con todo, esperamos su renacimiento por medio de los sacerdotes de las zonas rurales, a quienes la gente coloquialmente llama “apóstoles de las aldeas” y creo que si Dios nos ayuda, nuestros poblados revivirán. Y es que la resurrección de lo rural es igual a la resurrección de las iglesias, los monasterios, la espiritualidad y las más profundas experiencias ortodoxas en Cristo. Acordémonos siempre de las exhortaciones que nos hacía padre Stăniloae, y que no nos asombre que, aunque el índice de suicidios haya crecido impresionantemente en las ciudades, en las zonas rurales esto es algo casi inexistente. ¡No perdamos el valor! Dios, por medio de Sus sacerdotes y las oraciones de todos los fieles, nos ayudará. Aquí entra el rol del sacerdote. Al confesar a los fieles, debe levantarles la moral, debe mostrarse interesado por la forma y los medios de vida de cada persona, para que estas sepan que su párroco cuida de ellos: “¡Al padre realmente le interesa mi vida!”. ¡Este es el verdadero rol del padre espiritual!
(Traducido de: Părintele Ioanichie Bălan, Spovedania - Taina Împăcării, Editura Doxologia, Iaşi, p. 21)