De los beneficios de pensar en nuestra propia muerte
Tenemos que asumir cada nuevo día como el último de nuestra existencia en este mundo. Solamente así, hermano, podrás entender que no hay tiempo que perder y que no puedes seguir postergando tu oración.
¿Cómo librarnos de la desidia y la desesperanza? Pensando en la muerte y, como recomiendan los Padres, asumiendo cada nuevo día como el último de nuestra existencia en este mundo. Solamente así podrás entender que no hay tiempo que perder y que no puedes seguir postergando tu oración. Y serás consciente de que en cualquier momento te puede sorprender la muerte, incluso esta misma noche, y que donde esto suceda, ahí mismo serás juzgado, como dice el Señor.
Esmérate, pues, en estar todo el tiempo reconciliado con Dios y con los demás.
(Traducido de: Jean-Claude Larchet, Ține candela inimii aprinsă. Învățătura părintelui Serghie, Ed. Sophia, București, 2007, p. 121)