De los íconos en el hogar del cristiano ortodoxo
Hubo un tiempo en el que algunos cristianos mantenían los íconos escondidos, detrás de la puerta, en un rincón apartado o guardados en un cajón. Ha llegado el momento de sacarlos y ponerlos en donde corresponde.
Es bueno tener al menos un ícono en cada habitación de la casa. El sitio recomendado para colocarlo es en la pared que está hacia el Este. En esa pared no debemos poner nada más, para que nuestra atención no se distraiga cuando oramos ante el ícono, y porque no es bueno poner junto al ícono cosas que no tengan ninguna relación con él.
Ponemos el ícono en dirección al Este, porque siempre oramos hacia ese punto, tanto en la iglesia como en casa. El levante es de donde nos viene la luz, que es un símbolo de Dios, de nuestro Señor Jesucristo, llamado en las oraciones de la Iglesia “Amanecer de lo alto”, “Sol de Justicia”, etc. Luego, la luz es un símbolo de Dios, del bien y de las cosas buenas que se hacen durante el día, en tanto que el ocaso y la oscuridad son signos del mal y de las cosas que se hacen entre tinieblas.
Luego, es importante poner el ícono en esa dirección, para poder orar hacia donde sale el sol. Hubo un tiempo en el que algunos cristianos mantenían los íconos escondidos, detrás de la puerta, en un rincón apartado o guardados en un cajón. Ha llegado el momento de sacarlos y ponerlos en donde corresponde.
(Traducido de: Părintele Coman Constantin, Ghidul practic al creștinului ortodox, Editura Bizantină, București, 1997)