Palabras de espiritualidad

De los peligros del orgullo y la necesidad de la modestia

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

El orgullo destruye en un momento lo ganado con una vida entera de oración.

¿Es grave el pecado del orgullo?

—¡Grave, muy grave! El orgullo destruye en un momento lo ganado con una vida entera de oración. Envaneciéndonos con nuestras acciones, estas pierden todo mérito ante Dios. Una vez le preguntaron a la esposa de un hombre adinerado por qué se vestía con sencillez, sin joyas, mientras muchas mujeres se llenan de adornos cada vez que salen a la calle. La respuesta de aquella señora fue: “¡Porque mi esposo no necesita más presea que mi virtud!”. Por culpa del orgullo desmesurado ocurren un sinfín de desgracias en nuestro mundo actual. Las personas creen que el único límite que tienen es el momento de su muerte…

¿Por qué mienten las personas?

—Porque nadie les ha convencido de que la mentira es repugnante, y que vuelve desagradable al hombre para quienes le rodean. El hombre simple miente porque los políticos que dirigen el país también lo hacen. Se crea, así, un circuito de mentiras, en el que ya nadie le cree a nadie. La mentira es castigada severamente por Dios, y debería ser castigada con la misma fuerza por la ley.

¿Qué es la modestia? ¿Por qué es bueno que el hombre sea modesto?

—La modestia debe ser el atavío del cristiano.

(Traducido de: Adrian Alui Gheorghe, Părintele Iustin şi morala unei vieţi câştigate, Editura Credinţa Strămoşească, p. 81)

 

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