Dios, la necesidad más profunda del alma
Ya puedes darle al hombre todo lo que siempre ha deseado. Y, ciertamente, por un tiempo creerá que es feliz, pero después todo eso le resultará indiferente, sabiendo que le falta algo más, algo mucho más profundo.
Amado lector, todos fuimos creados para Dios, y solamente en Él podemos alcanzar la felicidad más perfecta, esa misma por la cual nuestro corazón suspira sin cesar. Nadie más, fuera de Dios, puede hacer feliz a nuestra alma. Ya puedes darle al hombre todo lo que siempre ha deseado. Y, ciertamente, por un tiempo creerá que es feliz, pero después todo eso le resultará indiferente, sabiendo que le falta algo más, algo mucho más profundo.
¿No es lo mismo que le ocurre al niño cuando tiene un juguete nuevo, del cual se olvida una vez siente la necesidad de comer? ¿Qué hace entonces? Arroja el juguete y corre a buscar un trozo de pan.
(Traducido de: Arhimandritul Serafim Alexiev, Viața duhovnicească a creștinului ortodox, traducere din limba bulgară de Valentin-Petre Lică, Editura Predania, București, 2010, p. 79)