Ni aquí, en la tierra, ni en lo alto de los Cielos sucede algo sin la Providencia y el permiso de Dios. Todo lo que es excelso y perfecto, todo es parte de la Providencia de Dios. Pero, de igual forma, todo lo que es caótico es permitido por Él. Dios sabe por qué lo permite y cuánto durará.

Si fuéramos seres racionales sin cuerpo, espíritus, y pudiéramos hacer lo que quisiéramos hacer y como quisiéramos hacerlo, todo se volvería un caos terrible, no solo en este mundo, sino en cualquier parte donde hubiera espíritus. ¡Sería verdaderamente aterrador!

(Traducido de: Starețul Tadei de la Mănăstirea Vitovnița, Pace și bucurie în Duhul Sfânt, Editura Predania, București, 2010, p. 94)