Palabras de espiritualidad

Dios se revela en la humildad

  • Foto: Silviu Cluci

    Foto: Silviu Cluci

Dios nos acompaña siempre y, a medida que le conocemos, nuestra vida biológica y psicológica se acerca mucho más a la verdad y a la luz del conocimiento.

Tú tienes a Dios sembrado, “inoculado”, latente en tu estructura espiritual Tú has sido injertado con un Dios-Hombre, absolutamente superior a tu condición terrenal. Con esto, también tú eres hijo de Dios. Se nos concedió el poder de ser hijos de Dios. Si alguien es consciente y vive esta evidencia interior y el otro plano de la existencia, no tendrá que enfrentar nada malo. De hecho, ni siquiera podría acercársele alguien con la intención de matarle, porque, en su interior, la presencia divina es la fuerza que anula cualquier intento del mal contra él.

La única concepción sin error y libre de relatividad la tiene solamente Dios, el Absoluto, el comienzo y el final del mundo. Él es el Único Cuya concepción hace del caos, cosmos.

Dios nos acompaña siempre y, a medida que le conocemos, nuestra vida biológica y psicológica se acerca mucho más a la verdad y a la luz del conocimiento. Dios se revela en la humildad.

Mientras el justo conoce un Dios personal, lleno de amor y próximo a los hombres, el pecador siente un Dios severo, oculto, amenazante, todopoderoso y muy lejos de él.

(Traducido de: Părintele Arsenie Boca mare îndrumător de suflete din secolul XX, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2002, p. 82)