Dios siempre nos demuestra Su amor paterno
Examinemos lo que nos pasa y busquemos la forma de extraer de ello el mayor beneficio espiritual posible.
Dios es bueno por esencia y siempre busca nuestro bien; y, cuando le pedimos algo, seguramente nos lo dará, eso sí, si nos es de provecho. Él siempre nos dará —en abundancia— todo lo que sea absolutamente necesario para la salvación de nuestra alma y para cubrir las necesidades elementales de nuestro cuerpo. Por esta razón, es necesario aceptar con alegría todas las disposiciones de Dios, aunque nos prive de algo para cuidarnos o para ponernos a prueba; examinemos lo que nos pasa y busquemos la forma de extraer de ello el mayor beneficio espiritual posible. Dios sabe cómo y cuándo ayudar a Su criatura. No obstante, muchas veces esta es impaciente, porque quiere las cosas justo cuando las pide, como un niño que le exige a su mamá que le dé un trozo del pan que apenas ha empezado a cocerse en el horno. Pidamos, sí, pero tengamos paciencia, porque la Madre del Señor nos dará lo que pedimos, eso sí, cuando sea el momento adecuado.
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Cuvinte duhovnicești, vol.2: Trezvie duhovnicească, traducere de Ieroschimonah Ștefan Nuțescu, Ed. a 2-a, Editura Evanghelismos, București, 2011, pp. 312-313)