Dios siempre sabe lo que hace
Confíate a la voluntad de Dios, y Él no te defraudará. Pero confíate a Él con tus actos, no con tus simples palabras.
Sería difícil vivir en este mundo si no existiera alguien que nos ayude a hacerlo... Porque sobre nosotros está Dios Mismo, el Todopoderoso, el Amor. (...) Confíate a la voluntad de Dios, y Él no te defraudará. Pero confíate a Él con tus actos, no con tus simples palabras. (...)
Por eso es que la vida se volvió difícil, porque los hombres la desnaturalizaron con sus juicios, porque, en vez de implorar el auxilio de Dios, empezaron a basarse solamente en los dictados de su propia razón…. No les temas ni a las aflicciones, ni a las enfermedades, ni al sufrimiento, ni a cualquier clase de tentaciones. Todo esto son como exámenes de Dios por tu bien.
(Traducido de: Filocalia de la Optina, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 101)