Cantar es un alimento blando, pero el monje necesita un alimento más consistente. Por eso, hermano, tienes que amar a todos tus semejantes, viendo en cada uno la imagen de Dios, sin tomar en cuenta sus debilidades o defectos. No te apartes de los demás con tu frialdad.

Los domingos, en la Divina Liturgia, se ora por los vivos y los difuntos durante la Proscomedia. Por otra parte, es difícil decir cuándo comulgar: con frecuencia o solamente en determinadas ocasiones. Zaqueo recibió en su casa al huésped más importante, nuestro Señor Jesucristo, e hizo bien. El centurión, debido a su humildad, reconociéndose indigno, no se decidió a recibirlo, e hizo bien también. La forma en que estos dos hombres enfrentaron la misma situación es contraria y distinta, pero ambos tenían la misma motivación, y ambos se hicieron dignos ante el Señor. Lo esencial es ser dignos y estar preparados para este gran Misterio.

(Traducido de: Starețul Nicon de la Optina, Editura Doxologia, Iași, 2013, p. 219)