El “alimento” adecuado para cada edad espiritual
Algunos fieles, aún inmaduros en la mente y, de cierta manera, principiantes, necesitan ser alimentados con leche, es decir, con enseñanzas simples y elementales.
Ciertamente, algunos fieles, aún inmaduros en la mente y, de cierta manera, principiantes, necesitan ser alimentados con leche, es decir, con enseñanzas simples y elementales, porque aún no son capaces de asimilar el alimento más completo de la doctrina. Si les das un alimento que exceda su capacidad de entendimiento, se sentirán confundidos y apesadumbrados, porque sus mentes, al igual que el cuerpo del niño, aún no pueden procesar y asimilar la doctrina que se les ofrece, e incluso podrían terminar perdiendo lo poco que habían entendido antes.
Por el contrario, hay otros fieles que necesitan alimentarse con las enseñanzas de los más avanzados. Necesitan un alimento más sustancial, más fuerte, porque sus sentidos se han desarrollado suficientemente como para poder distinguir la verdad y la mentira. Si les ofrecieras un alimento tan simple como la leche o las legumbres, apropiado para los más débiles, seguramente caerían en la pesadumbre más profunda. Y con razón, porque dejarían de fortalecerse en el camino a Cristo y se detendría su encomiable desarrollo, ese que es favorecido por las enseñanzas que llevan a la perfección al que es alimentdo con un alimento más completo, el más adecuado para su edad espiritual.
(Traducido de: Sfântul Grigore din Nazianz, Despre Preoție, traducere de Dumitru Fecioru, Editura Sophia, 2004, pp. 244-245)