Palabras de espiritualidad

El alma que responde al llamado de Dios

  • Foto: Oana Nechifor

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El comienzo de la sabiduría divina es la serenidad y la mansedumbre, que pertenecen a la medida del alma grande y fortalecida.

La sabiduría divina se fundamenta en la paz y la mansedumbre, que responden a la medida del alma grande y fuerte, El comienzo de la sabiduría divina es la serenidad y la mansedumbre, que pertenecen a la medida del alma grande y fortalecida, a la forma más firme del pensamiento, y que llevan las flaquezas humanas. “Vosotros, los fuertes” —dice la Escritura— “llevad las debilidades de los débiles” (Romanos 15, 1), y “al que yerra, corregidlo con espíritu de mansedumbre” (Gálatas 6, 1). Y es que al Apóstol cuenta la paz y la paciencia entre los dones del Espíritu Santo.

(Traducido de: Sfântul Ignatie Briancianinov, Despre înșelare, Traducere din limba rusă Cristea Florentina, Editura Egumenița, p. 16)



 

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