Palabras de espiritualidad

El amor cristiano y la paz en la conciencia, fundamentales para nuestra salvación

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

En el camino a la salvación, es de gran ayuda tener una mente humilde y una actitud modesta para con los demás, porque la humildad nos purifica de nuestras faltas. A esto hay que sumarle una forma de vida en el amor cristiano. Porque dice el Señor: “En esto reconocerán todos que sois Mis discípulos, en que os amáis unos a otros” (Juan 13, 35).

Un día, el anciano dijo:

—Todas las pasiones y las tentaciones de los monjes tienen su origen en dos causas: la desobediencia y la pereza al orar, al hacer postraciones y al ayunar. Ambos pecados nos hacen caer fácilmente en todas las tentaciones y las pasiones que matan el alma y nos llevan a perdernos la salvación.

—¿Cómo podemos librarnos de esos dos pecados tan graves? —le preguntó su discípulo.

Y el padre Paisos respondió:

—La desobediencia y la pereza al orar, al igual que las demás pasiones, pueden ser sanadas con la confesión sincera ante el sacerdote, con el cumplimiento del canon de penitencia respectivo y la práctica de las virtudes opuestas a los pecados que nos dominan.

En otra ocasión, les dijo a sus discípulos:

—En el camino a la salvación, es de gran ayuda tener una mente humilde y una actitud modesta para con los demás, porque la humildad nos purifica de nuestras faltas. A esto hay que sumarle una forma de vida en el amor cristiano. Porque dice el Señor: “En esto reconocerán todos que sois Mis discípulos, en que os amáis unos a otros” (Juan 13, 35).

También les dijo:

—Tanto los monjes como los laicos, si viven en paz los unos con los otros, es decir, si tienen paz en el corazón y en la conciencia, además del verdadero amor cristiano, podrán salvarse.

(Traducido de: Arhimandritul Ioanichie Bălan, Părintele Paisie Duhovnicul, Editura Trinitas, 1993, pp. 109-110)