Palabras de espiritualidad

El amor de Dios no tiene límites

  • Foto: Constantin Comici

    Foto: Constantin Comici

El amor que tiene su origen en Dios brota como de una fuente, y su fluir es continuo.

El amor por la criatura es como una lámpara pequeña, cuya llama se alimenta con aceite y de este depende su luz. O también es como un riachuelo, cuyo caudal se forma cuando llueve, y se seca cuando le falta el agua. 

Pero el amor que tiene su origen en Dios brota como de una fuente, y su fluir es continuo, porque Dios Mismo es el manantial del amor, y a esa fuente nunca le falta el agua. 

(Traducido de: Sfântul Isaac SirulCuvinte despre nevoință, Editura Bunavestire, Bacău, 1997, p. 165)

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