El amor a la luz y a la verdad
A aquel que siente un amor sincero por la verdad, la verdad misma lo libra de las tinieblas del extravío y lo lleva a la luz.
“El que no crea en el Hijo de Dios, se condenará”. ¿Por qué? Porque cuando todo alrededor es luz, él prefiere seguir en la oscuridad, porque la ama. El amor a la oscuridad y el odio a la luz lo hacen culpable, aunque no sepa cuál es la verdad, porque a aquel que siente un amor sincero por la verdad, la verdad misma lo libra de las tinieblas del extravío y lo lleva a la luz.
Un ejemplo de esto es el Santo Apóstol Pablo, quien fue un auténtico amante de la verdad, luchando con toda el alma por lo que él consideraba la verdad, sin ningún tipo de interés. Así las cosas, una vez Jesús le demostró que la verdad era algo distinto, en ese mismo momento San Pablo renunció a su antigua convicción, sabiendo que era falsa, y se aferrró con todo el corazón a lo que acababa de descubrir, asumido totalmente como cierto.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Tâlcuiri din Sfânta Scriptură pentru fiecare zi din an, Traducere din limba rusă de Adrian și Xenia Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, 2011, p. 36)