El amor une al alma, la mente y el corazón
El escrutinio mata al amor. Por eso es que la ciencia es tan fría. También por eso es que no se habla de la “belleza” de la ciencia, sino solamente de su utilidad.
El escrutinio mata al amor. Por eso es que la ciencia es tan fría. También por eso es que no se habla de la “belleza” de la ciencia, sino solamente de su utilidad. El hombre enamorado no pregunta ni el origen, ni la edad, ni el estatus material de su amada. Del mismo modo, el alma que arde de amor por Dios ve con desagrado cualquier intención de analizarlo a Él. El amor aparta al intelecto como si fuera un espía inepto. Pero, en cambio, une tres rayos de luz en un solo lugar: la mente, el corazón y el alma, y los enciende en una sola llama.
(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici Episcopul Ohridei şi Jicei, Gânduri despre bine şi rău, Editura Predania, p. 61)