El amor y la delicadeza son las “armas” de toda esposa
Los movimientos femeninos, la forma de hablar, el comportamiento, el amor, el cariño, la delicadeza... todo eso tiene algo distintivo que hace que el hombre no desee alejarse de ella. Y esto ayuda a que el hogar se asiente sobre una base profunda y resistente.
Las Santas Escrituras dicen: “La mujer sabia construye su casa, la necia con sus manos la destruye.” (Proverbios 14, 1). También la sabiduría popular dice, partiendo de la experiencia: “El hogar depende de la esposa”. ¿Por qué? ¿Qué tiene de especial la mujer que el hombre no tenga? Dios le otorgó ciertas “armas” (amor y delicadeza), que, al utilizarlas “con” su esposo, hacen que éste la siga y se dulcifique, sin importar su temperamento habitual.
Un psicólogo dice que los movimientos femeninos, la forma de hablar, el comportamiento, el amor, el cariño, la delicadeza... todo eso tiene algo distintivo que hace que el hombre no desee alejarse de ella. Y esto ayuda a que el hogar se asiente sobre una base profunda y resistente.
(Traducido de: Arhimandrit Vasilios Bacoianis, Căsătoria, Editura Tabor, Bucureşti, 2010, p. 58)