El amor y la humildad, dos virtudes hermanas
El camino más sencillo a la salvación es el del amor y la humildad. En esto seremos juzgados. Estas dos virtudes mitigan y aplacan a Dios, mientras que al hombre, creación de Sus manos, lo elevan al Cielo.
¿Cómo podré salvarme, Padre, estando tan lleno de pasiones?
—Con amor y humildad. Una vez crezcan en ti estas dos virtudes, la maldad y el orgullo quedarán atrofiados, y tus pasiones empezarán a morir. Así, poco a poco, irán desapareciendo todas las demás pasiones, en tanto que las otras virtudes vendrán por cientos. Por eso, dirige todas tus fuerzas a alcanzar el amor y la humildad.
El verdadero amor se abraza con la humildad, como si fueran dos hermanos gemelos que se aman fuertemente. El amor no se aparta de la humildad. En el amor encuentras la humildad, y en la humildad hallas el amor.
El camino más sencillo a la salvación es el del amor y la humildad. En esto seremos juzgados. Estas dos virtudes mitigan y aplacan a Dios, mientras que al hombre, creación de Sus manos, lo elevan al Cielo. A partir de estas dos características, la humildad y el amor, los santos ángeles distinguen a los hijos de Dios y los toman con amor para atravesar confiados los “peajes etéreos”, y así llevarlos a Dios, nuestro amoroso Padre.
(Traducido de: Cuviosul Paisie Aghioritul, Patimi și virtuți, Ed. Evanghelismos, București, 2007, p. 208)