El amor y la humildad que sentimos al orar
Hay que estar atentos, porque la soberbia es una cosa que se entromente sutilmente, sin que lo notemos.
«Creo que lo que te perturba es no encontrar en tu interior sentimientos de amor y humildad al orar. Esta clase de sentimientos son dones o recompensas del Señor para los que son dignos (de ellos) y humildes. Sin embargo, tenemos muchos ejemplos de cómo hay muchos que, aun recibiendo esos dones y gozándose con ellos suficientemente, después caen en el orgullo, o, en el peor de los casos, en el engaño de creerse justos y santos, lo cual los lleva la más profunda oscuridad de la mente y a un estado espiritual del que no son capaces de librarse. Hay que estar atentos, porque la soberbia es una cosa que se entromente sutilmente, sin que lo notemos. Por eso, si a alguien se le concediera el don mencionado, pero en el momento incorrecto, seguramente lo llevaría a la muerte y no a la obtención de algún beneficio espiritual».
(Traducido de: Filocalia de la Optina, traducere de Cristea Florentina, vol.1, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 138)