El amoroso cuidado de Dios para con nosotros
“¿Puede acaso una mujer olvidarse del niño que cría, no tener compasión del hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella lo olvidara, Yo no me olvidaría de ti...” (Isaías 49, 15)
«Dices que tu yerno está muy enfermo y que seguramente no le queda mucho tiempo de vida. Dios, nuestro Creador, hizo todo, y todo existe bajo Su dominio. Él da la muerte y Él hace resucitar. Estoy convencido de que también ustedes creen lo mismo y que aceptan las palabras y la enseñanza de la Santa Escritura como inspirada por Dios.
Precisamente ahí, en la Santa Escritura, encontramos cómo la Providencia Divina nos guía. Te pondré un ejemplo de esto: “¿Puede acaso una mujer olvidarse del niño que cría, no tener compasión del hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella lo olvidara, Yo no me olvidaría de ti...” (Isaías 49, 15). A partir de estas palabras, podemos ver de qué manera Dios cuida de nosotros, y si Él cree que lo mejor es que tu yerno sane, así se hará, y lo levantará de su lecho de dolor. ¡Y esto es lo que yo también deseo que suceda!».
(Traducido de: Filocalia de la Optina, traducere de Cristea Florentina, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 59)