Palabras de espiritualidad

El arma victoriosa de los cristianos

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Las personas que dicen la verdad, que no se mienten a ellos mismos y no mienten a los demás, al comienzo parecen débiles, pero después se convierten en las más fuertes.

Nos dice también el Apóstol, que tomemos “la espada del Espíritu que es la Palabra de Dios” y la fuerza de esa espada nos la muestra la Escritura en otra parte, en donde dice: “¿Acaso Mi palabra no es como el fuego —dice el Señor— sino como un martillo que destruye la roca?”.

Y, sin embargo, a pesar de todas las apariencias, ciertas características del cristiano, como la osadía, la batalla, las armas y las espada, sumadas al valor y el heroísmo, no tienen nada en común con la violencia, con la fuerza o con las sangrientas guerras del mundo.

Demetrio, el héroe cristiano de “La Camisa de Cristo”, al ser interrogado por el emperador Tiberio, responde:

"—Prefiero luchar con armas, su Majestad."

"—¿Y cuál es tu arma favorita? —grita Tiberio— ¿El sable?, ¿El puñal?"

"—La verdad, su Majestad."

Esta es, entonces, el arma más importante que utilizaron los primeros cristianos para combatir. Las personas que dicen la verdad, que no se mienten a ellos mismos y no mienten a los demás, al comienzo parecen débiles, pero después se convierten en las más fuertes.

(Traducido de: Arhimandrit Paulin Lecca, Adevăr și Pace, Tratat teologic, Editura Bizantină, București, 2003, p. 29)