El beneficio de las oraciones cortas
El que se ha acostumbrado a tal forma de oración puede, con facilidad, orar en cualquier lugar y en cualquier momento: puede clamar a Dios cuando viaja, cuando come, cuando trabaja, cuando está rodeado de otros.
Debido al enorme beneficio de las oraciones cortas, con mucha atención e integridad, la Santa Iglesia exhorta a sus hijos a acostumbrarse con alguna de ellas.
El que se ha acostumbrado a tal forma de oración puede, con facilidad, hacerla en cualquier lugar y en cualquier momento: puede clamar a Dios cuando viaja, cuando come, cuando trabaja, cuando está rodeado de otros.
Cuando no puedas orar con la boca, puedes hacerlo con la mente. En este punto queda claro cuán útil es la oración breve; si estás trabajando, fácilmente puedes perder el sentido y el hilo de una oración más extensa, mientras que una oración breve permanece siempre intacta. Y si nos detenemos un momento, podemos retomarla inmediatamente, sin mayor problema.
(Traducido de: Sfântul Ignatie Briancianinov, Predici la Triod și Penticostar, Editura Sophia, București, 2003, p. 8)