El camino del alma hacia su realización
Se dice que cada alma que se halla en el camino a la perfección, atraviesa por una oscuridad semejante. Las tinieblas la rodean desde todas partes, y ella no sabe a dónde dirigirse…
Antes de Su Pasión, el Señor les dijo a Sus discípulos: “Un poco, y ya no me veréis; y otro poco, y me veréis”. Los sufrimientos y la muerte del Señor impresionaron tanto a los Santos Apóstoles, que los ojos de su mente se oscurecieron, impidiéndoles ver al Señor como tal; su luz se ocultó, quedando ellos en una oscuridad amarga y angustiante. El Mismo Señor les da a Sus propias palabras este significado: “Os aseguro que vosotros lloraréis y gemiréis, pero el mundo gozará; vosotros os entristeceréis, pero vuestra tristeza se cambiará en alegría”.
Se dice que cada alma que se halla en el camino a la perfección, atraviesa por una oscuridad semejante. Las tinieblas la rodean desde todas partes, y ella no sabe a dónde dirigirse. Pero viene el Señor, y sus lamentos se tornan en felicidad. Parece que esto es algo necesario, tal como la mujer debe sufrir antes de traer un hombre al mundo. ¿Es que no podemos concluir que, quien no haya pasado por esa oscuridad, no ha nacido nuevamente como un cristiano verdadero?
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Tâlcuiri din Sfânta Scriptură pentru fiecare zi din an, traducere din limba rusă de Adrian şi Xenia Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, 2011, pp. 48-49)